El otro día volví a escuchar después de bastante tiempo una canción de mis años mozos, Lithium (litio) de Nirvana.
El litio es el metal más ligero y de estructura atómica más sencilla, puesto que su núcleo consta tan sólo de tres protones (el elemento más simple de la tabla periódica después del hidrógeno y del helio); como es extremadamente reactivo no existe en estado libre en la naturaleza.

Pocos críticos musicales de la época se dieron cuenta de que, además de todo esto, las sales de litio son la medicación más habitual que toman las aquejados de trastorno bipolar, por lo que probablemente la canción de Nirvana narraba el subidón de un chico bipolar en un momento de euforia. Una vez leí un comentario muy acertado de un lector, no recuerdo si en este blog o en otro, en el que d

El cine se acercó al trastorno bipolar en una película de los años 90, Mr. Jones, en el que Richard Gere sufría las euforias y bajones propios de lo que antes se conocía como un maníaco-depresivo. Lena Olin era la psiquiatra que lo trataba y, como suele ser habitual en Hollywood, se enamoraba de él. Que las psiquiatras siempre son mujeres más bien débiles y poco profesionales que se lían con sus pacientes es todo un pan nuestro de cada día en el cine.