
¿Podría existir King Kong, un gorila de ese tamaño, y subir a los rascacielos con esa agilidad? Pues parece que la ciencia, que es una aguafiestas para el cine, dice que no.
Estamos acostumbrados a pensar de manera proporcional: si un libro cuesta cinco euros, dos libros cuestan diez euros; si ir a Madrid en coche lleva tres horas, ir a otra ciudad que esté el triple de lejos, lleva nueve horas. Por lo tanto podemos pensar que si hubiera un gorila el doble de alto que los que estamos acostumbrados a ver, tendría una cabeza y unos pies el doble de grandes y ya está ... Pero el tema de la escala es más complicado.
El cuerpo de un hombre o de un animal es una estructura semejante a la de un edificio. Los huesos, sobre todo los de las piernas, hacen la función de pilares que lo sostienen. Siendo el material del que está compuesta la estructura el mismo (y los animales estamos hechos todos de carne y hueso ... ejem, quitando algun@s que también contienen silicona, botox y demás), el peso que tienen que soportar las piernas/pilares está sólo en función del volumen, de forma que cuanto más tamaño más peso.

Pues bien, el hecho de que un pilar aguante o se rompa depende del peso que sea capaz de soportar por unidad de superficie. Si se duplica el peso, tiene que duplicarse el grosor de las piernas. Y ese es el problema con la escala: si cogemos un gorila normal y multiplicamos su tamaño por diez para convertirlo en King Kong, su peso no crece a la misma velocidad que su superficie, sino bastante más rápido.
Es una simple cuestión matemática: el peso depende del volumen; si multiplicamos la altura, la anchura y el espesor del cuerpo por diez (es decir, mantenemos las proporciones) el peso se multiplica por 10 · 10 · 10 = 1000. Sin embargo, la superficie de las piernas, como solo tiene dos dimensiones se multiplica nada más por 10 · 10 = 100. Una pierna que solo es 100 veces mayor está aguantando un cuerpo 1000 veces más pesado. El resultado es que King Kong o Godzilla no asustarían a nadie, porque se desmoronarían víctimas de frácturas varias nada más ponerse de pie.
Peor lo tienen todavía los insectos y los arácnidos, cuyas delgadas patas tienen que soportar exoesqueletos (esqueletos externos) muy rígidos y pesados para el tamaño que tienen. De ahí que los invertebrados estén muy limitados en tamaño, si fueran mayores estarían fracturándose las patas constantemente. De

forma que películas tipo La humanidad en peligro y demás sobre hormigas o bichos gigantes no son muy verosímiles.
La única solución posible para King Kong, Godzilla o la Mujer de 50 pies sería perder su proporción y hacerse mucho más anchos que altos. De esa forma, su superficie crecería al mismo ritmo que su peso y sus pies podrían sostenerlos. Claro que serían mucho menos fotogénicos y cinematográficos. Tendrían unas pintas más o menos como estas; habría que ampliar el escope y las pantallas para verlos ....
