12 septiembre 2006

La pasión de Cristo: Mel Gibson entre lenguas muertas

En la semana santa de 2004 Mel Gibson estrenaba en medio de una cierta polémica La pasión de Cristo. Al margen de un regodeo muy morboso en escenas sádicas más próximas a la pornografía que a la espiritualidad, y de que la divinidad de Jesús sea lo único que puede explicar que un ser humano pierda tanta sangre sin morirse mucho antes, la principal curiosidad de la película era la de ser una de las pocas de la historia del cine habladas en latín (existe alguna otra, como Sebastian de Derek Jarman), y en arameo, una decisión que el director justificó por querer ser muy fiel a los hechos históricos.

Si realmente Gibson hizo un estudio y se documentó en los aspectos lingüísticos, algo de lo que los cineastas siempre alardean en este tipo de producciones, se encontraría ante la dificultad de intentar reconstruir el habla cotidiana de hace miles de años. La tecnología necesaria para registrar la voz humana existe sólo desde finales del siglo XIX. Hasta entonces las palabras se las llevaba el viento y sólo disponemos de los textos escritos para conocer los idiomas del pasado. A través de ellos podemos conocer con bastante exactitud la gramática y la sintaxis de una lengua muerta como el latín, pero ¿y la fonética? ¿podemos saber cómo se pronunciaba?

El caso del latín es privilegiado y excepcional, porque el alfabeto con el que se escribía lo seguimos utilizando en la actualidad (evidentemente evolucionado), porque ninguna otra lengua del pasado ha originado tantísimos documentos escritos, porque tras extinguirse como lengua hablada se continuó utilizando como lengua culta durante siglos, y porque ha dado origen a lenguas modernas tan importantes y extendidas en el mundo como el español, el francés y el portugués. Por eso se puede barruntar como sería la pronunciación del latín clásico (la lengua literaria que se escribía), y también del latín vulgar (la lengua que realmente se hablaba), pero teniendo en cuenta que ello supone un arduo trabajo de arqueología lingüística realizado a partir de la evolución de las lenguas romances, y sobre todo de los errores ortográficos encontrados en los documentos, que son los más útiles para conocer la fonética. Si alguna gente hoy en día escribe el verbo haber sin hache, imposible con ene en lugar de eme, o confunde la b y la v, es porque no hay una diferencia clara de pronunciación entre esos fonemas; es fácil suponer que estas faltas de ortografía, tan enormemente útiles para los filólogos, no van a aparecer de forma sistemática sino más bien arbitraria, puesto que no todo el mundo comete errores, y los documentos que contienen estos fallos muchas veces se pierden, por lo que siempre habrá que estar al tanto de nuevos descubrimientos que pueden desbaratar teorías anteriores. De ahí que las iglesias católicas de distintos países no se acaben de poner de acuerdo sobre como se pronuncia el latín clásico que se debe utilizar en la misa tradicional.

Estos problemas se multiplican cuando pasamos al arameo, la otra lengua en cuestión. El arameo no era naturalmente una lengua tan fuerte como el latín, por lo que se encontraba tremendamente atomizada en un montón de dialectos, algo fácil de comprender en una época en la que no había medios de comunicación de masas que uniformizaran la lengua, y la mayoría de la población era analfabeta: el compartir un mismo lenguaje escrito es primordial a la hora de estandarizar la lengua. Se tiene muy poca información acerca de la variante concreta de arameo que se hablaba en la región y la época de Jesús. Por otra parte, muchos de los documentos en arameo que se conservan están escritos en alfabeto griego; cuando una lengua tiene que escribirse con la grafía creada para representar los sonidos de otra la transcripción va a ser bastante inexacta y por lo tanto la dificultad para el filólogo a la hora de traducir las letras a sonidos mayor (por poner un ejemplo, a la hora de escribir en alfabeto latino el nombre de Mao, se puede encontrar escrito como Mao Tse-Tung o como Mao Ze-Dong; las dos formas son aproximaciones, no del todo exactas, a la pronunciación china correcta). Por si esto fuera poco, los escasos hablantes de arameo que existen en la actualidad hablan lenguas derivadas de los dialectos arameos orientales, mientras que la lengua hablada en Palestina en la época de Jesús era un dialecto occidental. Al no existir lenguas modernas derivadas de este dialecto, es todavía más complicado el reconstruir la fonética del arameo del pasado.

Pero aunque pasáramos por alto la elevada incertidumbre acerca de cómo se pronunciarían el latín y el arameo en la Palestina del siglo I, lo cierto es que estas lenguas eran solo dos de las cuatro que convivían allí en aquel momento. Las otras eran el hebreo, lengua de prestigio entre los judíos, y sobre todo el griego, lengua franca en toda la parte oriental del imperio romano. El latín probablemente era sólo utilizado por los soldados romanos entre sí, mientras que la población local emplearía el griego para dirigirse a ellos. Es harto improbable que Jesús supiera latín.

Con esto no quiero decir que Mel Gibson debiera haber rodado su película en griego y arameo, en lugar de latín, sino más bien que es absurdo y caprichoso hacer hablar a unos actores ya de por sí limitados, como Jim Caviezel y Monica Bellucci, en unas lenguas que no conocen, haciendo que sus interpretaciones pierdan la poca verosimilitud que pudieran haber tenido, cuando sus palabras ni siquiera se van a corresponder con la realidad de la época en la que transcurre la película. Claro que lo más divertido del asunto fue ver a cantidad de espectadores de los que no se acercan ni muertos por una sala de versión original porque no soy capaz de ver la imagen y leer subtítulos al mismo tiempo haciendo cola para ver una película ¡en latín! simplemente porque Mel Gibson quiso dárselas de director culto. Cosas veredes.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

No sólo la incongruencia en la película viene por la lengua hablada: tanto cuidado histórico, tanto hiperrealismo para el momento de la pasión y cae en tópicos tan superados como el clavar los clavos en la palma de las manos (si se clavó algo fue en las muñecas, las palmas de la mano se desgarrarían) y el cargar con toda la cruz en vez de sólo con el travesaño (el poste central se encontraba fijo en la zona de ejecución). Lo dicho: mucho ruido y pocas nueces.

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, todo eso suponiendo que algo ocurrió, usuario anónimo...

En cuanto al artículo, joé, menudo estudio. Muy interesante. La verdad es que no me lo había planteado, pero tienes mucha razón. Incluso con el latín, que es el que más se ha conservado, como bien dices, ya nos hablaban de discrepancias sobre la pronunciación cuando estudiábamos lo más básico en 2º de BUP. Así que profundizándolo y llevándolo a diálogos de una película... bufff. Anda que no debe de haber.

Anónimo dijo...

La navaja en el ojo: me baso en las crucifixiones ejecutadas por los romanos y en estudios históricos sobre éstas.
Que crucificasen a una persona llamada jesucristo, eso lo tienen que demostrar los que creen en eso; que además esa persona fuese clavada con clavos a la cruz cuando lo normal era colgarlos, eso lo tienen que demostrar los seguidores de los clavos de cristo (que por cierto siempre tuvieron puyas entre ellos acerca del número, están los seguidores de los 3 clavos y los seguidores de los 4 clavos de cristo, y siempre me los imaginé como los seguidores de la calabaza o los seguidores de la alpargata de aquella película sobre la vida de un tal brian y que le da mil vueltas a la Pasión en todo, hasta en credibilidad.)

Dillinger is dead dijo...

Lo de la mayor credibilidad de La vida de Bryan puede parecer una broma pero no lo es, muchos estudiosos de la historia (entre ellos el director de cine Paul Verhoeven, muy interesado en la cristología) la consideran la película mejor documentada sobre la vida de Palestina en la época en la que en teoría vivio Jesucristo, mientras Jesus de Nazaret, Rey de reyes o La pasión de Cristo se limitan a contar la leyenda tal como viene en el evangelio sin cuestionarse nada.

Vicisitud y Sordidez dijo...

Masterpiece.

Demostración inapelable de que el argumento de "es lo que a la gente le gusta" no podría ser más falaz. Argumento, dicho sea de paso, que queda en entredicho por el hecho de que todos llevemos puesta ropa que, dentro de cinco años, nos va a parecer espantosa y no compraríamos ni en broma.

Dicho esto, la argumentación es impecable y desmonta casi el único "mérito" de una película innoble. Entre Passolini y los Monty Phyton está la verdad.

Anónimo dijo...

Usuario anónimo: sí, sí, en lo de las crucifixiones en general tiene usted mucha razón. Por supuesto. Si tanto le interesaba al pesado del Gibson ser fiel a la "realidad", pues en ese tipo de cosas podría no haber caído en el tópico. Pero está claro que todo eran ganas de llamar la atención. Y lo malo es que lo consiguió.

Anónimo dijo...

creo,en mi opinion que mel,se quedo muy corto.cristo padecio muchisimo mas.incluso a cristo le arrancaron la barba,mel no lo cuenta,in cluso a cristo lo desnudaron.si nos dan la oportunidad de opinar,creo que un crucificado tardaba ente 4 y 7 dias en morir y cristo murio en unas horas.tal fue su sufrimiento.no fue,su sufrimiento fue,el nuestro.saludos.

Anónimo dijo...

Y lo peor de todo es que incluso sonaba música en todas esas escenas que comentais ¡Intolerable! ¡ qué falta de realismo!

kachorrin dijo...

Pues no se porque la critican tanto...es una señora pelicula.. el latin,bien pronunciado en la forma italiana vulgar..y con respecto al arameo..no entiendo como pueden saber como se pronunciaba..si solo se escribian las consonantes... pero en fin.. es una muy buena pelicula, a pesar de algunos detalles...

Anónimo dijo...

Aparte de los innegables gazapos lingüísticos, y en materia de crucifixiones y travesaños, quiero llamar la tención sobre otro del que no se suele hablar:

Si os fijáis en las cadenas que lleva Jesús en los planos en los que aparece encadenado, veréis que tales cadenas, a pesar de que las han cubierto de una capa de roña para darle más realismo, se nota a la legua que no son cadenas del siglo primero. No hay más que ver sus eslabones todos iguales en forma y en tamaño para darse cuenta de que las han comprado en una ferretería; MENUDA CHAPUZA.

Saludos:

Juan.

Anónimo dijo...

me parece interesante este analisis tuyo que haces de la pelicula y hsta cierto punto presume de caracter cientifico pero me inclino mas hacia lo que realmente quiere exponer el director de la pelicula que a criticar su realizacion creo que estamos perdiendo el tema de fondo o al menos es a lo que yo menos daria realce ya que como cristiano lo que mas aprecio de la pelicula el velo que descubre de la pasion real dejandonos a la imaginacion ya un poco menos de trabajo no crees

Dillinger is dead dijo...

No soy creyente, pero creo que si lo fuera rechazaria todavia mas la pelicula. Se supone que el cristianismo tiene un mensaje de redencion y unos valores que van mucho mas alla del simple morbo y el recrearse en la tortura que hace la pelicula, que me parece enfermiza y mas proxima al porno que a ningun supuesto contenido espiritual

Anónimo dijo...

LL: No se por qué critican tanto la película, ninguno de ustedes creo que supiera exactamente cómo se hablaba en aquel tiempo, es inútil insistir en lo del idioma... en lo de los gazapos de los clavos, opino igual... gazapos, pero creo que la película no se demerita por eso. Pienso que es cierto que a muchos le causó asco y repulsión viendo mucha sangre, pero a otros, incluso les recuerda todo el sacrificio que hizo Jesús por nosotros, ya sea en menos o más cuantía, que al fin y al cabo, es lo más importante.

Anónimo dijo...

¿EL Hijo de Dios no va a saber hablar latín?

Anónimo dijo...

Todo ese maltrato que les parece irónico lo pasó Jesús por cada uno de nosotros. Eso es lo que debemos recordar al ver la película. ¿Harías tú lo mismo por mí? Lo dudo. No le busquemos cinco patas al gato y simplemente recibamos el mensaje positivo.

Anónimo dijo...

No comprendo cómo se cuestiona en este artículo la veracidad de la cinta en cuanto a pronunciación y fonética, sin cuestionar lo más evidente, que la historia nunca sucedió

Anónimo dijo...

Sí, sucedió. Cantidad de desconocimiento,fuentes y sólo afloran cuestiones vanas, miraos a vosotros mismos si os creeis así en lo que decís aquí, en lo que quereis representar. Vanidad, poca seriedad y ganas de aparentar. Debes cambiar y ser tú, mejor, y mas honrado contigo mismo para empezar. No lo tomes a mal, pero opinando también se hace daño y se falsea la verdad. Disculpadme si es el caso, y disculpas si es cierto el que hablas por hablar y quedar bien...Los que mencionas no pueden defenderse. Lo demás, ya es cosa tuya...
R. Belucci.

Mayte dijo...

Los vellos de punta está pelicula...para mí mí fascinante