15 septiembre 2008

Anduve con un zombie

La noche de los muertos vivientes popularizó la idea del zombi (aunque esa palabra no se pronuncia en toda la película) como eso, como un muerto viviente caníbal que quiere comerse tu cerebro. Desde entonces han proliferado las historias de zombies en el cine de serie B; sin embargo este concepto tiene poco que ver con las leyendas originarias de Haití sobre estos seres de ultratumba.

Anduve con un zombi, una película clásica de culto de Jacques Tourneur, o la no tan antigua La serpiente y el arco iris, de Wes Craven, sí plasmaban más en la pantalla el auténtico mito del zombi, alguien drogado con una sustancia que le pone en un estado cataléptico en el que ya no tiene voluntad propia, convirtiéndole en un muerto en vida que puede trabajar como un esclavo sin quejarse ni sentir cansancio. Personas que han vivido en Haití y se han interesado por las leyendas rurales del país cuentan que los campesinos que se enriquecen son víctimas de rumores según los cuales están utilizando a zombies para que trabajen sus tierras.

¿Hay alguna base real en estas historias? La creencia en los zombies se basa en buena medida en la historia de Felicia Felix Mentor, una chica muerta en 1907 que supuestamente vivió tras su muerte aparente una existencia como zombi durante más de treinta años. Sin embargo nadie pudo demostrar que la mujer de mediana edad que fue vista décadas más tarde de la muerte de Felicia tuviera más relación con ella que un simple parecido físico. La señora en cuestión probablemente fuera víctima de una enfermedad psiquiátrica que la había sumido en un abandono que provocaba su aspecto de presunta zombi. Lo mismo ha ocurrido con otros casos de supuestos muertos vivientes.

La explicación científica del proceso de zombificación sería que viene causado por el veneno que guardan en su organismo los peces globo, esos que si se cocinan mal resultan mortales. Cierta dosis de esta toxina no sería letal pero sí provocaría un estado de muerte aparente. Junto al veneno aparece su antídoto que no sería otro que la sal, un método bien sencillo de volver al zombi a la normalidad. Bien, nada de esto ha podido ser demostrado y esta leyenda no parece tener más posibilidad de ser real que la de los vampiros o los hombres-lobo.

Interesante como la leyenda haitiana ha evolucionado hacia algo completamente diferente como los zombis antropófagos, ganando gran popularidad y dando origen a nuevas películas recientes como Rec.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante. ¿Sabes si sobre la chica ésa, Felicia Felix Mentor, se ha hecho alguna peli? Como ahora hay varias de exorcismos "reales", pues no me extrañaría también que con el género zombi les diese por hacer algo supuestamente serio.

Eugenio dijo...

Un zombie de esos drogados que haya sido documentado es Clairvius Narcisse, por lo que tengo entendido:

http://en.wikipedia.org/wiki/Clairvius_Narcisse

Anónimo dijo...

Me gustaría comentar que el veneno del pez globo es la tetrodoxina, y que no tiene antídoto. La tetrodoxina bloquea los canales de sodio/potasio que median en el impulso nervioso. Aunque uno consuma mucha sal y aumente el sodio en sangre (hipernatremia) el impulso nervioso no se puede transmitir porque los canales permanecen bloqueados y no pueden mover el sodio. El único tratamiento posible es aplicar respiración asistida e intentar mantener el corazón en marcha ya que a las 24 horas la tetrodoxina comienza a soltarse de los canales de sodio/potasio y se reinstaura el impulso nervioso.

Dillinger is dead dijo...

En la historia de Clairvius Narcisse se inspira la película "La serpiente y el arco iris"; que yo sepa en cambio no se ha hecho película sobre Felicia, supongo que porque lo que se ha hecho popular son los zombies antropófagos, no el mito tal como es en las leyendas populares de Haití.

Me extraña que el articulo sobre Narcisse de la wikipedia no venga precedido de un aviso que plantee dudas sobre su veracidad; la versión que ofrece es la que contó un biólogo que escribió sobre este y otros presuntos casos de zombificación, pero su veracidad y verosimilitud científicas están bastante cuestionadas.

Cuando hablo de que la toxina del pez globo puede producir una especie de catalepsia cuyo antídoto es la sal, estoy hablando de lo que cuenta la leyenda, naturalmente. Además lo de la sal me recuerda mucho al ajo con los vampiros.

Javier Chacón dijo...

Como dijo "anónimo" lo de la sal debe ser leyenda simplemente, sí. En los sitios donde se come pez globo se toman un cuidado tremendo, que también hay que tener valor para comer algo que sabes que como corten un poco mal cascas.

Respecto al caso de la mujer que comentas y del trastorno psiquiátrico, se parece bastante así a simple vista a la histeria de disociación (distinta de la de conversión), era un trastorno (sí, era, ya no existe), que se definía como una mujer que vagaba por ciudades sin saber quien era, pudiendo estar así horas, días, hasta que al final recuperaba la identidad.

Pero bueno, eso es una descripción que se daba en una época y en la que todo el campo estaba muy viciado de pseudociencia.

Dillinger is dead dijo...

Por la descripción de su enfermedad y por lo que tú cuentas, podría tratarse de lo que hoy se conoce como fuga psicogénica o fuga disociativa, de la que hablé en una entrada antigua, puesto que es el eje de la película Carretera perdida de David Lynch.

Saludos y gracias por el comentario.

Anónimo dijo...

Por si no sabeis, parece ser que hay una enfermedad (llamado porfiria eritropoyética congénita) que produce síntomas parecidos a lo del hombre-lobo.

Dillinger is dead dijo...

Existe otra entrada en el post sobre la porfiria. Un saludo

Dan Defensor dijo...

Hola!

Con permiso: acabo de descubrir tu blog y me parece de lo más interesante, te hago un link en mi blogroll, vale?

Un saludo y, de verdad, gran blog!

Dillinger is dead dijo...

Muchas gracias, Daniel, quedas linkado tú también. Saludos.

Anónimo dijo...

Hace tiempo en un programa Talk Show vi a una familia haitiana que poseia un zombie. Porque ese zombie habia matado a un miembro de la familia, el pueblo donde vivian se los regalo, era la ley, ellos lo convirtieron en zombie, y en esclavo. El hombre no hablo durante el programa, estaba sentado con los ojos abiertos, y los brazos caidos. Si era teatro, resultaba muy creible. No tenia voluntad, pero qué pasa con su cuerpo, me preguntaba si comia, dormia y hacia todas las funciones de un ser vivo, era una pena pero la conductura era una bruta y nunca pregunto, el publico igual.